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El Crononauta Parricida

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El viaje en el tiempo ha interesado a los escritores de ciencia ficción desde que Albert Einstein mostró que la manipulación de la dimensión temporal es posible, al menos de forma teórica. Incluso antes, H G Wells había escrito su celebrada La Máquina del tiempo. Anterior a esta, de 1881, es la obra del madrileño Enrique Gaspar y Rimbau, El Anacronópete, en la que un grupo de viajeros que incluye a un destacamento de húsares y un puñado de mujeres de vida alegre viajan a diferentes momentos de la historia de la Humanidad.

Los aficionados a la ciencia ficción también tenemos este tipo de historias entre nuestras favoritas, por permitirnos ver otras épocas a través de los ojos de un habitante de nuestro siglo, trasunto del lector, o por las interesantes paradojas que se presentan.

Pero cada película, episodio, novela, partida o relato corto sobre viajes en el tiempo es distinto al anterior. No sólo hablamos de la trama y el objeto del viaje en el tiempo, las motivaciones filosóficas o científicas del autor, o sobre la acción o la trascendencia en torno a la que gire el relato. Nos referimos a la “teoría” en la que se sustenta el autor y cómo explica, no la manera en la que se realiza el viaje, sino la forma en la que el universo asimila ese viaje y lo integra.

Resumamos esto con una pregunta, a la que responderemos según las diferentes teorías que la ficción (y la ciencia) ha utilizado para explicar el viaje en el tiempo:

¿Qué pasaría si realizase un viaje en el tiempo y asesinase a mi propio padre antes de que me concibiese?

Lo he conseguido. He inventado una máquina del tiempo, he atravesado un agujero de gusano cósmico, he cruzado un desgarro espacio temporal, he surtido de plutonio a mi condensador de fluzo o he corrido como una niña a la velocidad de la luz y he llegado a 1977, 10 meses antes de ver la luz. La gente se burla de mi manera de vestir y de mi peinado, pero no me dejo engañar porque en mi tiempo también lo hacen, así que compro un periódico mientras en un guateque cercano alguien baila al ritmo de los Pecos. Me convenzo. Leo en el Diario 16 que se prepara no se qué Constitución. Se anuncia el estreno de una peliculilla llamada La guerra de las galaxias. Se asegura que este año España ganará en Eurovisión. Es cierto; he viajado en el tiempo, así que sólo me queda una cosa por hacer para satisfacer a los fieles lectores de sacodedados.com: buscar a mi padre y matarlo.

Veamos qué tiene el universo que decir al respecto:

Principio de la auto-consistencia de Novikov para el viaje en el tiempo

El científico ruso Igor Novikov aún era un adolescente en la Unión Soviética cuando yo comienzo a planear mi malévolo asesinato, así que todavía no había planteado su principio de la auto-consistencia.

La paradoja a la que me enfrento es clara: si yo matase a mi padre en ese momento, no sería concebido, no nacería y por lo tanto no podría viajar hacia atrás en el tiempo para matarlo.

Buena no es, pero al menos original… tampoco

Según el principio de autoconsistencia, si en un viaje en el tiempo un hecho puede provocar una paradoja, la posibilidad de que se dé ese hecho es cero. No es posible cambiar el pasado, influir en él de alguna manera. De hecho, podríamos conocer los efectos de nuestro viaje en el tiempo antes de saber siquiera que vamos a hacer ese viaje, como Bruce Willis recordaba en Doce Monos como vio de niño el momento en el que su yo adulto, viajero en el tiempo, moría ante sus ojos.

Mi padre respira tranquilo porque no voy a poder asesinarlo. Incluso, es posible que si yo no hubiese viajado en el tiempo, yo mismo no habría sido concebido, porque tanto como el futuro se debe al pasado, el pasado también puede deberse al futuro.

Olvidados por inútiles mis intentos de asesinato, intentaré poner ejemplos en la ciencia ficción.

En Terminator (¡la primera película, es importante!) la Inteligencia Artificial del futuro intenta acabar con el líder de los rebeldes humanos antes de que nazca. Para ello, mandan a un musculoso androide austriaco al pasado para que acabe con su madre antes de que le dé a luz. El bueno de John Connor responde enviando a uno de sus hombres para que proteja a su progenitora. Después de muchos tiros, el soldado se enamora de la mujer a la que iba a proteger y la deja embarazada, naciendo de ese amor el propio John Connor. De esta forma, si la IA no hubiese intentado matar a la madre de John para que este no naciese, este no hubiese nacido.

Célebre viajero en el tiempo

En Harry Potter y el prisionero de Azkaban, dos de los protagonistas viajan en el tiempo y van realizando una serie de acciones cuyos resultados ellos mismos habían visto páginas atrás, sin saber que serían obra suya.

En Futurama, ese despojo social que es Fry viaja en el tiempo y se convierte en su propio abuelo.

Los Cronocrímenes es una película española que sigue esta teoría, de forma algo caótica y forzada, la verdad sea dicha. Un hombre es perseguido por un encapuchado y se esconde en una máquina del tiempo, apareciendo unas horas antes para encapucharse y perseguirse para que su yo pasado se meta en la máquina del tiempo.

Un antiguo relato de ciencia ficción hablaba de un hombre obsesionado con la historia de Cristo. Conocía todos los detalles de su vida y se entregaba al estudio de sus predicaciones y andanzas. Tan interesado estaba en Jesús que consigue una máquina del tiempo y viaja hacia la Judea del año 30, para conocerle en persona, pero nadie lo conoce ni ha oído hablar del de Belén. Por más que espera, Jesús no aparece, por lo que él mismo “sustituye” a su maestro, reproduciendo su biografía tal y como la conoce y resultando ser él la figura religiosa que tanto admiraba/admirará. Algo blasfemo, pero clarificador.

Retomando mi viaje a los felices 70, mi intento de asesinato no sólo es infructuoso, sino que es posible que mi padre, al sentirse amenazado por un loco con un cuchillo, se plantee la fugacidad de la vida y decida tener descendencia, cuando hasta entonces siempre había jurado que nunca tendría hijos.

Insatisfecho con el resultado, busco una nueva teoría que me permita completar mis planes.

Teoría de los Universos paralelos

Viajar al futuro del pasado

Cada instante, dicen los físicos, surgen una infinidad de nuevos universos paralelos con historias más o menos similares a la nuestra. ¿Os acordáis de la serie Sliders (Salto al Infinito en España), en la que el mofletudo Jerry O´Connel y sus compañeros viajan de universo paralelo a universo paralelo en busca de su hogar? Pues algo así. ¿Recuerdas esa chica a la que cortejaste pero que pasó de ti? Pues en un universo paralelo estás saliendo con ella. Fastídiate.

Existen, teóricamente, universos paralelos en los que Colón no descubrió América, en los que la Reconquista no se llevó a buen término, en los que los alienígenas han conquistado la Tierra, en los que España ha ganado Eurovisión en 30 certámenes consecutivos o en los que tú has escrito este artículo y soy yo el que lo esta leyendo.

Pero silencio, me estoy aproximando a la confiada espalda del que será mi padre y ¡zas! lo he asesinado. Miro a mí alrededor y el universo no se desmorona, deshecho en la paradoja. Mi cuerpo no se vuelve translúcido hasta desaparecer. ¿Qué ha ocurrido? Según esta teoría lo que ha ocurrido es que yo, al viajar en el tiempo y matar a mi progenitor he creado una línea temporal nueva, un nuevo y triste universo paralelo en el que yo no he existido ni existiré. En cualquier caso, mi línea temporal original sigue intacta sin que mi padre fuese asesinado, por lo cual yo sigo vivo y con mis manos manchadas de sangre.

En Star Trek, por lo general, los viajes en el tiempo siguen este principio. En Star Trek: Primer Contacto los borg viajan al pasado para destruir a la raza humana cuando es vulnerable. Pero, en ese caso, la raza humana nunca progresaría tecnológicamente como para descubrir a los borg y que éstos decidan acabar con nosotros. Pero no pasa nada, porque lo que ha ocurrido es que ha surgido un nuevo universo paralelo.

En Bola de Dragón Z, Trunks viaja del futuro para advertir a los protagonistas de que unos androides horripilantes acabarán con su vida y que han de prepararse para combatir. Esa visita del hijo de Bulma y Vegeta cambia la historia y evita la destrucción del mundo que él mismo había presagiado. Tras acabar el peligro, Trunks vuelve a viajar en el tiempo hacia su futuro, acabando con los androides de su línea temporal gracias a sus mejorados poderes.

 Creación de un nuevo futuro

Nuevamente, apuñalo a mi padre en la espalda de forma que yo no será concebido, ¡jajejijojú! ¿Qué ha ocurrido? ¿Me descompongo? ¿Implosiona todo el universo conocido? Si esta teoría es cierta, nada de ello ocurriría. Y no porque haya diferentes universos, sino porque los viajes en el tiempo no alteran ni el presente ni el pasado del viajero, únicamente la línea temporal en la que está y su futuro. O sea, yo no seré concebido, pero como ya lo fui (aunque esa línea temporal desapareciese), no existe problema, puedo huir tranquilo de la policía porque no seré arrojado del continuo espacio-tiempo.

En Terminator 2 (mantengámonos atentos a este número) la configuración del universo parece cambiar respecto a la primera parte. Anteriormente vimos como el presente y el futuro se autojustifican mutuamente. El viajero en el tiempo salva a su protegida y concibe al hombre que le enviará a salvarla. Incluso en esta película vemos cómo los restos del ciborg son investigados y dan lugar a la tecnología de la IA que devastará el mundo. A pesar de ello, los protagonistas se las apañan para “destruir” ese futuro, para que nunca se dé, acabando con toda la tecnología que lo creará. En ese caso se ha creado un nuevo futuro, pero al hacerse no se descompone todo lo que los viajeros del anterior futuro habían creado o provocado.

El relato de Ray Bradbury El sonido de un trueno, y la infame película hecha con ese argumento, analiza los efectos de un pequeño cambio en el devenir de la historia. Un hombre viaja en el tiempo e incumple la promesa de no salirse del terreno “protegido”, pisando una mariposa. Al volver a su tiempo, la historia es sutilmente diferente; el idioma inglés tiene ligeros cambios a el que él ha aprendido y un fascista que acababa de perder las elecciones las ha ganado. Esos cambios no han afectado en cualquier caso a los viajeros en el tiempo. Un especial de Halloween de los Simpson cuenta la misma historia desde un punto de vista algo diferente.

Rant: violencia, incesto, paletos que mastican alquitrán y viajes en el tiempo

No sigáis leyendo este párrafo si tenéis intención de leer la novela Rant, del autor de El club de la lucha, pues pienso contar su trama. En la extrañísima ucronía que plantean, un grupo de violentos jóvenes descubren cómo viajar en el tiempo a través de experiencias cercanas a la muerte. Pero el continuo espacio tiempo no es tan delicado como otras obras de ciencia ficción proponen. De hecho, algunos de los viajeros aprovechan, como yo, para ir a matar a sus padres antes de su nacimiento, lo que les convierte en una especie de semidioses, ajenos a la linealidad del tiempo. El propio protagonista (pienso reventaros el final de la historia; estáis a tiempo para pasar al siguiente punto) viaja en el tiempo para violar a su bisabuela y de este acto nace su abuela, a la que, tras viajar de nuevo en el tiempo fuerza para nacer así su madre, a la que, ¿lo adivináis?, viola en un nuevo viaje. Por último, viaja en el tiempo para casarse con su madre y convertirse en su padrastro.

 Contrasacción espectral

Me acerco a mi presa como un sigiloso ninja. Alzo mi puñal y lo lanzo con mortal precisión, pero, ¡oh, Dios, ha atravesado a mi padre como si no fuera más que una cortina de humo! ¿Qué es lo que me está intentando decir el universo? Los teóricos de la teoría de la contrasacción espectral dicen que, cuando viajemos en el tiempo nuestra materia no forma parte real de ese momento, así que no podríamos interactuar con los habitantes de este momento. ¿Os acordáis de lo que siempre decían los fantasmas que acompañaban al señor Scrooge? “No intentes decirles nada, no pueden verte ni oírte”.

El Universo Baturro

Permitidme que, a falta de un nombre mejor, llame así a una teoría que no sé qué nombre tiene, pero que ha sido muy utilizada en ciencia ficción. En la película española “Nobleza baturra” (que nada tiene que ver con los viajes en el tiempo), el protagonista va con su borriquillo por la vía del tren. El ferrocarril llega por detrás en ese momento y comienza a llamar su atención para que deje el camino libre. El baturro, ni corto ni perezoso, responde con un “Chufla, chufla,…, como no te apartes tú”. Y finalmente, sí, el tren es el que se aparta.

Hermosa analogía científica que dice que el universo es pertinaz y tozudo y que tiene un plan escrito que no podemos evitar, del que no podemos apartarnos. De acuerdo, podemos viajar en el tiempo, pero si la historia tiene algo en mente encontrará la manera de que se produzca ese hecho.

Si yo viajo en el tiempo y mato a mi padre, el universo encontrará la manera de que yo nazca, porque es lo que tenía planeado. Puede ser que yo ya estuviese concebido, pero el embarazo durase 10 meses en lugar de 9, puede que mi padre hubiese donado esperma para sacarse unos duros, o quizá yo sea hijo del butanero y nunca lo supe. Da igual, porque pase lo que pase, yo voy a nacer.

El mejor ejemplo está en la versión de 2002 de “La máquina del tiempo”. En esta entretenida película, el protagonista crea una máquina del tiempo para evitar la muerte de su prometida, que es asesinada por un ladrón. Consigue salvar a la joven, pero ésta muere momentos después, atropellada por un carruaje. El desolado científico descubre entonces que no puede evitar la muerte de su amada, pues si la evita de una manera, pasará otra cosa que acabe con ella.

La Terminatrix viaja en el tiempo con el propósito de acabar para siempre con una saga

En Terminator 3, el objetivo del nuevo T800 no es evitar que el futuro no sea un infierno postapocalíptico, sino salvar a John Connor de una guerra atómica que, aunque hayan retrasado en la película anterior, está determinada a ocurrir. Espantosa película, pero interesante desenlace.

Sin citaros la fuente para no reventaros la historia, os cito las palabras de un científico de ficción en un universo narrativo reciente que se acoge a esta teoría:

“El tiempo es como una calle, ¿de acuerdo? Podemos movernos hacia adelante en la calle, y podemos movernos hacia atrás, pero no podemos crear  una nueva calle. Si tratamos de hacer cualquier cosa diferente, fracasaremos cada vez. Sea lo que sea que pasó, ya pasó”.

 ¿Qué os parece? Quizá penséis como la capitana Janeway, a la que los viajes en el tiempo le daban dolor de cabeza. Pero los hemos visto muchas veces en ficción y los seguiremos viendo, y puede que algún día los vivamos en persona. ¿Os atrevéis a llevar alguna de estas teorías a vuestras partidas de rol? Comentadme el resultado.

Yo, por mi parte, me voy a prometer que, si un anciano me entrega una máquina del tiempo en el momento de acabar este artículo, yo se la entregaré a mi yo pasado dentro de cuarenta años. Veamos qué ocurre, ya os lo contaré. O quizá ya os lo he contado.

Gracias por vuestra atención y estad atentos a saco de dados. Seguiremos hablando de riesgos y aventuras en nuevas entradas sobre el viaje en el tiempo.

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Comentarios
  1. Ma molao.