Amelia entra en la casa de Lope por la puerta mientras Alonso y Julián trepan la tapia de la pequeña huerta de la parte trasera.

La casa es amplia, pero no parece haber servicio en este momento. De hecho, las ventanas cegadas por las contraventanas de madera sugieren que la casa va a ser cerrada. Una buena oportunidad, en cualquier caso, para actuar con libertad sin ser interrumpidos por un mozo o una criada. Accedéis por la puerta trasera, y el interior se os antoja cómodo y lujoso, aunque también espartano. A vuestra derecha veis el estudio del escritor, ahora solitario y en penumbra. Las escaleras ascienden a la primera planta.

-Allí estarán las habitaciones.- dice Alonso.

Investigan el estudio

Suben a su habitación de Lope