Sería de necios dejar pasar esta oportunidad de poner fin a toda amenaza que esta crisis pueda suponer para el país. Te lanzas como un rayo hacia la puerta y accionas el picaporte, abriéndola antes de que el coche arranque, pero no puedes ver nada más que un fogonazo que te ciega. Sientes el empuje de un balazo al impactarte. Te arde el estómago y un dolor agudo hace que te contraigas y te retuerzas en el suelo. El coche acelera y levanta una nube de polvo a su paso. Las luces de las casas de alrededor se encienden, los perros ladran y tus compañeros, despertados por el disparo, acuden en tu ayuda y te aplican primeros auxilios.
-Un coche… parecía que nos vigilaba… intenté descubrir…- te intentas explicar, pero te encuentras en shock.
-Nos encargaremos, pero lo primero es llevarte al Ministerio.
-La misión…- dices.
-Salvador mandará a otro equipo. Lo primero es curarte.
Por cómo se miran tus compañeros, no están seguros de que eso sea posible. Has perdido mucha sangre y caes inconsciente. Antes de que se nuble tu conciencia, te preguntas si volverás a despertarte.