-¿Tan poco me conoces, Amelia, para hacerme esa pregunta?- Lope no parece enfadado. Parece desolado. Se levanta pesadamente y da la espalda a la viajera en el tiempo-. Será mejor que te vayas, Amelia. Parto en unas horas.
Amelia intenta componer una disculpa, pero se detiene.
-Lo siento, Lope.- musita.
-Te acompañaré a la puerta.- zanja el poeta.