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Mis villanos favoritos: el Judío Errante

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La leyenda del judío errante nos lleva al momento de la Pasiónde Cristo. Cuando Jesús se dirigía al Calvario, rogó agua a uno de los espectadores de su martirio. Éste, sin embargo, se la negó. El Redentor miró al judío y le dijo “Yo descansaré, pero tú no lo harás hasta que Yo regrese”. Tras esta maldición, nace el Judío Errante, condenado para siempre a recorrer el mundo sin descanso posible. Hay diferentes variantes del motivo que llevó a Jesús a castigar al Judío Errante, del mismo modo que son diferentes los nombres por los que se presenta el peregrino, pero son siempre variantes del mismo relato.

La leyenda del Judío Errante no es tan sugerente por su maldad como por el castigo sufrido (como en el caso de Tántalo o de Sísifo), un pesar eterno, un pecado nunca purgado de todo.

A pesar de que el personaje es extraordinario, su apariencia no lo es. Es tan solo un caminante, arisco y solitario, aparentemente un viejo loco más. La imagen del Judío Errante que ha prevalecido (no la única) es la de un anciano andrajoso, con barba y melena abundante y descuidada, que se apoya al andar en un báculo desgastado. Eso nos hace pensar, ¿y si ya nos hemos cruzado con él? ¿y si le hemos visto, con cualquiera de sus formas, en su eterno peregrinar?

Al pensar en el Judío Errante lo imagino como un hombre amargado, insensible a toda emoción humana, observador atento de la perversión humana. Tan larga es su penitencia que todo lo ha visitado y todo lo conoce. Una sabiduría infinita y sin propósito. Sólo detendrá su marcha para apoyarse unos instantes en su cayado nudoso y observarnos. Su mirada fría es un espejo de nuestra conducta, y evidencia con su silencio nuestros pecados, quizá más graves que aquel que le condenó para siempre.

Desde su inmortalidad impuesta, el Judío Errante contempla nuestros padecimientos, gélidamente, sin empatía ni sadismo. Augura y espera el fin de los días, pues ese es el momento en el que alcanzará su descanso.

Si queréis conocer detalles de la leyenda del Judío Errante os recomiendo ESTE MONOGRÁFICO deLa Rosade los Vientos, y el relato de Borges El Inmortal, impactante a la hora de hablar de la inmortalidad como una condena.

Llevo pensando desde hace tiempo en una partida de rol en la que los personajes se encuentren con el Judío Errante, ya sea como adversario, como aliado o, seguramente, como poder inabarcable que desencadene unos acontecimientos hacia los cuales sólo muestra interés de observador sin entrañas. Había pensado en Aquelarre, en mi crónica de Primus Circumdedisti Me o en Aventuras dela Marcadel Este, quizá para su entorno de Vermigor, o para la propia Marca, incluyendo un elemento oscuro y amoral. ¿Cómo lo veis? ¿En qué universo de juego creéis que el Judío Errante sería bien recibido?

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Comentarios
  1. Meladius

    A mi ests historia siempre me pareció perfecta para el Ars Magica. No tengo aun muy claro como introduciria la historia, pero si que al final los jagadores se quedasen con la duda de si han tratado con el auténtico judio errante o solo con un mago de la cábala que se hacia pasar por el. O si volverá…

    • Goblin Voyeur Goblin Voyeur

      Me parece un buen juego para incluirlo. Yo, cuando lo utilice, lo quiero usar como un elemento ajeno a todas las potencias conocidas del mundo, completamente neutral y de poder inmenso y diferente a todo lo conocido. Ya nos contaremos cuando el Judío Errante aparezca en nuestras partidas :-)

  2. Verdemar

    Hace unos cuantos años jugué una maravillosa campaña de Shadowrun llamada El Judío Errante. Ahora, su creador y, entonces Master, la ha adaptado como libro autojugable. Lo puedes encontrar en Nosolorol. Altamente recomendable si te interesa el tema.

    • Goblin Voyeur Goblin Voyeur

      Estoy pendiente de hacerme con esa historia, yo hice una adaptación de la leyenda (muy libre) y tengo ganas de ver cómo lo tratan otros.

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