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Dragon’s Hoard, un juego de acaparar tesoros

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Hoy probamos un simpático juego de cartas que aúna dos elementos por los que tengo una gran simpatía: los entornos de fantasía y el ganado ovino.

En Dragon’s Hoard, un juego de Renegade Game Studio, manejamos a dragones con la intención de acaparar más tesoros y riquezas que el resto de los jugadores. Es un juego de cartas no coleccionables con un mazo de 101 cartas, que por un lado muestran el dibujo de una oveja de los cinco colores del juego y, por el otro, vemos la función de la carta: carta de acción o carta de tesoro.

El juego con todos sus componentes

El sistema es sencillo, permite jugar de 2 a 4 jugadores y la partida se desarrolla con rapidez. Cada jugador recibe cuatro cartas, por cuyo reverso podemos saber el color pero no el tipo, y en la mesa se colocan cuatro cartas por el lado de la oveja (las llamadas Campo) y el mazo. El turno se desarrolla empezando a robar un número de cartas (generalmente tres) , pudiendo elegir de las dispuestas sobre la mesa o las del mazo. Cuando tomemos una del Campo, sin mirarla, la sustituimos por una del mazo, así que puede que nuevos colores estén a nuestra disposición. Una vez robemos nuestras cartas, podemos usar una de nuestras cartas de acción y/o desplegar tesoros.

El Mazo y el Campo

Las cartas de acción ponen en juego personajes que nos benefician o perjudican a nuestros adversarios.

La Pastora nos permite robar dos cartas de la mesa.

El Ladrón nos deja robar dos cartas de otro de los jugadores.

La Turba obliga a todos los jugadores a descartarse de dos cartas.

El Caballero impide que el jugador elegido disfrute de su siguiente turno.

Las cartas de acción se pueden anular si el jugador afectado emplea una carta de Dragón -incluso la de la Pastora-. Si el jugador que lanza la carta de acción la refuerza con un Hechicero, la acción no se puede detener -y un Dragón no se puede reforzar con un Hechicero-.

Existe una carta más, la del Unicornio, que desplegada ante nosotros nos hace invulnerables a todas las cartas de acción, incluso a las reforzadas por Hechicero.

Algunas cartas de tesoro y de refugio

Las cartas de tesoro pueden invocarse tras desplegar la carta de acción. Cada carta tiene un color y un número de cartas que deben descartarse para poder ponerse en juego, generalmente un número de cartas de su color y otro número de cartas de cualquier color. La carta de la Cabra Montesa sirve de comodín y puede usarse como cualquier color, incluso el de la carta de tesoro que se haya elegido. Si se paga el coste, la carta queda ante nosotros y no puede ser retirada. Cada carta tiene un valor que se sumará a nuestro marcador cuando llegue el momento del conteo de la puntuación. Las cartas varían en coste y en valor. Existe otro tipo de cartas de tesoro, los Refugios. Los Refugios son de determinado color, y las cartas de tesoro de ese color se vinculan a ese refugio. Al final de la partida, los refugios dan puntos adicionales por todas las cartas de ese color que hayan sido desplegadas. Se descargan gratuitamente, pero si se ponen en juego no se puede jugar ningún otro tesoro.

La puntuación de uno de los jugadores

La partida acaba cuando uno de los jugadores llega a determinado número de cartas de tesoro jugadas, la partida acaba y se cuentan los puntos.

Como veis, el juego es sencillo y resulta muy entretenido. El juego no está en español pero la dependencia del idioma es mínimo y las cartas no tienen texto, o lo tienen para recordar la habilidad de la carta.

 

 

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